Al final, ¿merece la pena haber vivido sin buscar nuestra pasión?
Pasión significa sufrir o sentir. Aunque suena mal, es precisamente el sentir lo que nos mueve. Aquello que nos hace sentir, es lo que nos empuja en una dirección determinada, haciéndonos avanzar.
Vivir sin hacer lo que nos apasiona, acaba con nuestra felicidad.
Sin pasión no vamos a ningún sitio que nos guste realmente. Clic para tuitear
Podemos tener la sensación de que sí, por hacer muchas cosas que nos entretengan. Pero el estado emocional es el mismo siempre. Con pequeñas variaciones que dependen más de lo que pasa fuera de nosotros. Si nos quieren, nos aceptan, nos dan trabajo, etc.
A cierta edad nos podemos haber acostumbrado a vivir sin hacer lo que nos apasiona. Sin sentir el enorme impulso a dedicar tiempo y energía a aquello en lo que creemos y nos mueve.
Es fácil abandonar la búsqueda y conformarnos con lo que hay. Una cosa es aceptar las cosas y otra, conformarnos con lo que no queremos vivir. Esto nos hace sufrir mucho. Aprende aquí a superar la frustración.
Nuestra pasión puede estar oculta por nuestro miedo al fracaso, al sufrimiento, al rechazo, etc. Puede ser también por aprendizaje. Si hemos vivido una infancia de abandono, desatención y tristeza, estos sentimientos se quedan registrados en nuestro inconsciente como lo que es la vida. Sin más opción.
La pasión surge sola cuando estamos en contacto con nuestras emociones
Sin ellas no la encontramos jamás. Cuando no somos felices, hacemos lo posible por huir del sufrimiento (televisión, sexo, trabajo, adicciones o llenar el día de muchas cosas). Perdemos de esta forma la oportunidad de encontrar lo que nos mueve.
Muchas veces para encontrar nuestra pasión, debemos atravesar emociones muy desagradables para poder avanzar libres de ellas.
Todos tenemos algo que nos invade de ganas y entusiasmo. Encontrarlo es posible siempre, y requiere hacer un trabajo nuevo que desconocemos. Nos resulta más sencillo abandonar y conformarnos con el aburrimiento, frustración, desánimo…
Cuanto más nos acostumbramos a distraernos de estas emociones, más oculta queda nuestra pasión.
Qué hacer para encontrar lo que nos apasiona
Atrévete a experimentar todas tus emociones. Agradables y desagradables. Ellas saben guiarnos mejor de lo que pensamos. Es sencillo aunque nos cueste.
1 Dedica tiempo de soledad a experimentar lo que sientes sin ocultártelo.
2 Permite que las emociones evolucionen solas. Saben hacerlo.
3 Acepta su expresión. Llora, golpea cogines, grita, sal a correr, aíslate, ríe, habla…
4 Date tiempo. Las emociones son inteligentes y evolucionan solas si lo permitimos. Aquí hablo de ello.
Es con las emociones con lo que decidimos, no con la razón. Nuestro poder está en ellas. La búsqueda es emocional siempre.
Decidimos con las emociones, no con la razón. La búsqueda es siempre emocional. Clic para tuitearEducarnos y educar en el respeto de nuestras emociones, es la llave para vivir haciendo lo que nos apasiona. Clave para una autoestima saludable con la que contar en nuestra búsqueda.