Cambiar de vida y ser feliz, es posible pero da miedo. Nos hemos acostumbrado a vivir cosas que nos estresan y nos entristecen, aceptándolas como inevitables. Sin embargo, podemos llegar al último día de nuestra existencia, habiendo vivido la vida plena y satisfactoria que deseamos.
Cambiar de vida, es cambiar de forma de pensar y actuar. Existen estrategias para lograrlo. Lo que a mi me ha funcionado para cambiar la mia, y lo que está haciendo mucha gente para mejorar las suyas es cuestión de ponerse a ello.
Puedes leer este artículo sobre el propósito de vida.
1. Observa lo que tienes en este momento
Relaciones tóxicas, trabajo estresante, falta de trabajo, falta de tiempo, carencia de amigos o amigos que te aburren o irritan. Como si fuera una película, presta atención a lo que sea que exista en tu vida.
Míralo de frente sin obviar ningún detalle. Es como si fueras ese amigo que dice con claridad las verdades que duelen. Una vez que hayas sido capaz de decir en voz alta cosas como:
- “Mi pareja no me quiere”.
- “La persona a la que amo, me maltrata física y/o psicológicamente”.
- “Mis hijos no soportan mi falta de interés por la vida”.
- “Ya no quiero a mi pareja”.
- “Mi trabajo me hastía y me siento mal por no buscar otro”.
- “Odio mi conformismo, cobardía y pereza”.
- “Mi cuerpo me da asco”.
- “El cuerpo de mi pareja me da asco”.
- “Estoy harto de no tener trabajo”.
- “Nadie me valora”.
- “Paso más tiempo quejándome que disfrutando de la vida”.
- “La soledad que vivo me está matando de pena”.
Cómo cambiar de vida y ser feliz es posible, cuando sabemos exactamente qué provoca nuestro sufrimiento. Es un paso incómodo, para el que hace falta valentía y honestidad.
Pero es más fácil de lo que pensamos. Cuando lo logres, podrás hacerte cargo de ello y reaccionar de forma inteligente, es decir, de forma consciente y responsable.
El objetivo es conectar con la emoción que te provoca la situación. Como no es una emoción agradable, harás todo lo posible por evitarla.
Lo bueno de sentir esa emoción, es que accedes a un poder inmenso, que te puede impulsar a hacer los cambios que necesitas. Esos cambios, son los que te van a hacer sentir emociones placenteras como la alegría, el orgullo de ser valiente, la serenidad, etc.
2. Haz una lista con todo lo que quieras transformar de tu vida
Pasar a un papel las cosas en las que deseamos trabajar, nos ayuda a enfocar nuestra mente.
Ver la lista de cosas que podemos cambiar, para mejorar nuestra vida, tiene un efecto tranquilizador. Tener un folio o un cuaderno, nos permite apuntar las reflexiones que nos provocan los acontecimientos que no nos gustan.
Parece magia pero sacar esas preocupaciones de nuestro interior y verlas a la luz, es muy terapéutico.
Este artículo habla de vivir sin hacer lo que queremos.
Somos expertos en ocultarnos nuestro dolor. Por eso es importante saber qué es exactamente lo que nos agota emocionalmente. Gracias a esa lista, podemos establecer las prioridades y saber qué es lo primero que requiere nuestra atención. Es el comienzo para cambiar de vida y ser feliz.
Cuando la mente es capaz de soportar estas ideas que no nos gustan, y que nos pueden avergonzar, es cuando podemos empezar a trabajar con ellas.
Esto puede llevar más o menos tiempo, en función de la persona y sus experiencias pasadas. Conviene respetar nuestros propios ritmos a la hora de enfrentarnos a nuestros fantasmas. Aquí hablo de ello.
Todos sabemos en realidad cuándo estamos corriendo demasiado y cuándo estamos perdiendo nuestro tiempo.
3. Qué obtenemos de la situación que vivimos
La respuesta debe ser honesta y franca, que es lo más difícil pues nos va a costar aceptar que elegimos sufrir. Cambiar de vida es un proceso en el que si te mientes, lo que logras en más sufrimiento. Ser feliz merece hacer ese esfuerzo, ¿no crees?
Por ejemplo, las relaciones tóxicas de dependencia emocional, implican a menudo que no hemos aprendido a valorarnos. En ellas, somos los primeros en despreciarnos pero tratamos de ocultarlo.
La relación no es de amor, sino de miedo a no valer o a la soledad. Tenemos una pareja que llama amor a nuestra dependencia de ella y nosotros llamamos amor a depender emocionalmente de ella.
- ¿Qué beneficio saco yo de no tener trabajo?
- ¿Gracias a quejarme puedo liberar la rabia que siento por sentir que no valgo nada?
- ¿De dónde viene el desprecio que hago de mi propio tiempo?
- ¿Qué obtengo de un trabajo que me absorbe?
- ¿Puedo así justificar mi ausencia en mi familia porque tengo miedo de que mi pareja sepa que ya no me gusta?
- ¿De dónde viene mi inseguridad ante el compromiso que trato de ocultar tras un trabajo que se come mi vida?
- ¿Qué oportunidad me da el desprecio de mis hijos? ¿Me permite ver el desprecio que siento por mi misma? ¿Llevo tantos años sin valorarme que no sé vivir haciéndolo, y tengo en su desprecio la oportunidad de vivir como sé vivir?
Cada pregunta es como una capa que le quitamos a la cebolla de nuestro ser, con la intención de llegar al corazón del miedo. Cada respuesta honesta nos acerca a la verdad y nos permite hacer la siguiente pregunta. Las respuestas duelen, pero a la vez liberan y nos hacen sentir en paz. Es el camino a la libertad y el desarrollo.
¡Una pista!
Si la respuesta duele, te avergüenza o la rechazas, es que lo estás haciendo bien. ¡Sigue así!
Cada pregunta valiente, y cada respuesta dolorosa, te permite conocerte mejor. Esto te llena de amor por ti mismo/a. Es como una relación de amor, cuando vas descubriendo a tu pareja y te vas enamorando.
Conocete sin rechazarte, te hace muy feliz.
No mentirse a uno mismo no es fácil, pero tampoco difícil. Depende de la cantidad de años de mentiras, y de las ganas de mejorar lo que somos.
La facilidad o dificultad para lograr lo que quieres, depende de ti, no de otros.
4. Valora todo el trabajo que has hecho
Vale, hasta aquí la parte más complicada porque como digo, no hacer uso del miedo para respondernos, es un trabajo duro.
Una vez alcanzado este punto de autoanálisis y observación de nuestra realidad, nos podemos dar cuenta de que somos capaces de enfrentarnos a nuestra infelicidad, cara a cara sin miedo.
Esto significa que nos hemos demostrado que podemos ser valientes y podemos controlar nuestra vida por nosotros mismos.
Ponte en la solapa una estrellita a modo de medalla, pues has logrado lo que para mucha gente es impensable. Ahora puede comenzar el verdadero romance contigo mismo, porque es ahora y no antes, cuando te empiezas a conocer en tu totalidad de forma más consciente.
Saber cómo eres, o mejor dicho, lo que eres, te permite tener control sobre lo que no te gusta, y vivir el trabajo, el amor, la familia o lo que elijas, con más responsabilidad.
5. Conoce tus necesidades
Te conoces mejor, has encontrado las cosas que te provocan emociones desagradables.
Ahora puedes saber qué necesitas. Otra pareja, otro trabajo, otros amigos, más descanso, una familia… Sea lo que sea, que necesites es necesario. Quiero decir, que es digno de ser buscado
Es algo por lo que merece la pena comprometerse y luchar. Ahí es donde se encuentra tu felicidad. Ese es tu camino a recorrer.
Saber lo que quieres te permite averiguar cómo conseguirlo. Este es un paso importante. Lee este artículo sobre cómo establecer tus objetivos.
6. Empiezas a fluir en la vida
El mejor punto de todos. Me explico. Hemos llegado al sótano oscuro y tenebroso de nuestra personalidad.
Hemos descubierto qué escondíamos allí para sacarlo a la luz. Es justo lo que nos limitaba y bloqueaba. Ahora es cuestión de mantener esa honestidad con uno mismo y con los demás SIEMPRE
Fluir es un concepto del que habló este psicólogo.
La honestidad con nuestras emociones, nos llevan a actuar de forma coherente. Cada emoción tiene un mensaje, que cuando se escucha, nos hace llevar a cabo acciones concretas. Aquí puedes leer sobre la inteligencia de las emociones.
Entonces es cuando las circunstancias de la vida (relaciones, trabajos, ocupaciones, familia, viajes, amigos…) empiezan a cambiar ellas solas, desaparecer o matizarse, en función de nuestras verdaderas necesidades.
Ponte a buscar fantasmas y los descubrirás. Es lo que muchos llaman milagros, casualidades o suerte. Tú sabes que es el resultado inevitable de tu esfuerzo por mejorar.
Eso te hace experimentar la felicidad, con independencia de los acontecimientos que vivas.
Toma decisiones basadas en tus necesidades descubiertas. Esas acciones coherentes, te sacarán de la vida que te hace infeliz.
En resumen
Vivimos la vida que hemos elegido. SIEMPRE. Si lo que ahora vivimos no nos gusta, antes de cambiar debemos saber por qué nos hemos metido ahí. Qué nos está aportando. Ser feliz pasa por saber qué nos hace infelices.
Cambiar nuestra vida para poder ser feliz, requiere desmontar la que no deseamos. Esto lo haremos sólo si entendemos nuestras decisiones.
A unos les da la oportunidad de quejarse y con la queja liberar la tensión de su frustración. A otros les permite sentirse poderosos usando la agresividad y violencia para camuflar su inseguridad.
Están aquellos que se sienten queridos porque han aprendido a generar dependencia en otros. Averiguar qué podemos aprender de lo que hemos creado aunque no nos guste, nos capacita para cambiarlo.
Y por tanto, transformar nuestras vidas en aquello que de verdad queremos vivir. Si no lo aprendemos, podremos cambiar de circunstancias y personas que nos rodean, pero no de vida.